PREDATORY VOID - 'SEVEN KEYS TO THE DISCOMFORT OF BEING' (Álbum Review)
21 DE ABRIL, 2023

EL MALESTAR DEL SER. El concepto materializado de un ser decadente, caído al más profundo abismo. Como si de alguna enfermedad mental desconocida se tratara, como si se viviera en una eterna pesadilla, así es la música de Predatory Void (de forma poética, El Vacío Depredador). Una banda originaria de Bélgica, que ha lanzado su primer álbum de estudio titulado “Seven Keys to the Discomfort of Being” este viernes 21 de abril de la mano de Century media Records. Oscuro, residual, melódico…destructivo. Blackened, sludge, doom… ¡metal!
Con siete pistas que precisan el título del álbum y una duración aproximada de cuarenta y tres minutos, la banda deja ver su poderío. ‘Grovel’ apertura el descenso de forma épica: un riff de guitarra demoledor que continúa al ritmo de una cadencia rota después por el tempo acelerado (propio del estilo black) acompañado de unos guturales desgarradores. En algún punto, el caos es pausado por una melodía tétrica. ‘*(struggling…)’ rompe con un growl desgarrado para después continuar con la cadencia combinada de riff y batería. Destacan los coros fantasmales acompañados de la distorsión. ‘Endless Return to the Kingdom of Sleep’ aún más densa que las anteriores, un ritmo decadente que pretende emular el estado somnoliento. Presenta varios cambios de ritmo, todos para romper cuellos. ‘Seeds of Frustation’ una pista acústica y melódica, el estado meditativo o reflexivo, presenta una voz completamente limpia. La calma en medio de la tormenta. ‘The Well Within’ definitivamente, su objetivo es demoler. ‘Shedding Wheatered Skin’ al doble toque de los “tombs” inicia una pista cargada de sentimiento épico. ¿Recuerdan “Raining Blood” de Slayer? Probablemente, sí. Finalmente, ‘Funerary Vision’ un bajo completamente saturado en la pista más larga del álbum. Cargado de furia e intervalos melódicos, terminando en un canto en limpio, produciendo una sensación de encontrarse en un templo. Sin duda, un cierre muy adecuado.
Predatory Void fue formada por el guitarrista Lennart Bossu (Amenra). Al proyecto se sumaron Tim De Gieter (Amenra) en el bajo, Thijs De Cloedt (Cobra Impaler) en la guitarra, Vincent Verstrepen (Carnation) en la batería y Lina R en las vocales. La banda actúo por primera vez en el Soulcrusher Festival, produciendo una recepción favorable que los llevó a firmar con Century Media. El álbum y la banda realmente son un concepto viviente. Su estilo ha trazado su camino para posicionarse entre los mejores del metal en un futuro no tan distante.